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Inestabilidad sábado, 31 de marzo de 2007 |

El diseño del blog se halla en fase de pruebas. Acepto sugerencias y críticas de todo tipo. ¿Mucho color? ¿Echan de menos el negro clásico y discreto? ¿Qué les parece el nuevo logotipo?
Pueden dejar los comentarios que quieran, se agradecerán todas las opiniones al respecto. Un saludo a tod*s.

Polonia martes, 27 de marzo de 2007 |



La jauría reaccionaria parece haber salido en masa de las cavernas de las que jamás debieron salir. La horda cavernaria aglutina a un vasto grupo de personas que, a pesar de su heterogeneidad manifiesta, comparte una línea argumental muy básica: cualquier medida que cuestione los discursos tradicionales deben ser detenidos a toda costa. Ello implica que los cavernícolas reaccionarios sean profundamente hostiles a cualquier medida progresista que no se ajuste a sus limitados marcos discursivos. El problema parece estar recrudieciéndose en el actual y crispado plano político; la beligerancia de Rajoy y los halcones del Partido Popular están promocionando [indirectamente, con toda probabilidad] a sus sectores más extremistas y radicales. Franquistas trasnochados, fascistas-falangistas de nuevo cuño, católicos totalitarios y una lista más amplia de elementos de extrema derecha comienzan a salir de la invisibilidad a la que fueron sometidos por el sistema democrático. La derecha más reaccionaria y extrema parece haberse librado finalmente de los complejos del pasado, para iniciar una campaña a gran escala cuyo objetivo prinicipal es colaborar con todos aquellos sectores incapaces de entender las políticas sociales del ejecutivo socialista.

Y en este explícito marco involucionista, marcado por la resurrección de los iluminados anti-abortistas, la pestilente homofobia en alza o la aparición de un discurso heteropatriarcal de nuevo cuño, las cosas parecen haberse complicado mucho. Las consecuencias directas de las medidas sociales del PSOE en el poder son estas: una horda de carvernarios dispuestos a hacer todo lo posible para frenar el proyecto progresista de los españoles que aquel 14 de marzo propiciaron el giro hacia la socialdemocracia [más bien pseudosocialdemocracia]. Lo peor del caso es que la oleada ultraderechista no es endémica a España, en Polonia, un país de la Unión Europa, la cosa comienza a adquirir tintes fascistoides.

Lo que está pasando en Polonia pone los pelos de punta a cualquiera; la Presidencia y Vicepresidencia del país se hallan en manos de dos gemelos ultra-reaccionarios: Lech y Jaroslaw Kaczynski, respectivamente [los mismos caraculo de la foto]; los partidos Ley y Justicia, la Liga de las Familias Polacas y Autodefensa, componen la coalición gubernamental de extrema derecha que en estos momentos rige la vida pública polaca. Entre las medidas que estos energúmenos fascistas pretenden sacar adelante se hallan la Ley de Lustración [el nombre lo dice todo], que pretende obligar a todos los polacos nacidos antes de 1975 a rellenar un cuestionario en el que expliciten si colaboraron con la antigua policía comunista, bajo pena de prisión en caso de negarse a participar en este aberrante atropello de los derechos humanos básicos. Por si esto les parece poco, los gemelos Kaczynski van a sacar adelante una ley para impedir lo que ellos denominan "la promoción de la homosexualidad o cualquier otra desviación de la naturaleza sexual en los centros educativos". En sus primeras declaraciones, el Ministro de Educación [de la Liga de las Familias Polacas], Miroslaw Orzechowski, llegó a afirmar que "los profesores homosexuales serían despedidos de sus puestos de trabajo", aunque rectificó días después alegando que sus palabras habían sido mal interpretadas. Argumentó que los "niños están recibiendo propaganda homosexual en los colegios", lo que deberá ser limitado para que "los niños polacos tengan la visión correcta de la familia", toda una declaración de principios, sin lugar a dudas.

La cuestión está causando un evidente malestar entre algunos gobiernos europeos, especialmente en Holanda, España y Bélgica [los promotores del matrimonio gay en Europa], pero muy especialmente en el primero, caracterizado por tener la legislación social más avanzada del planeta. La Comisión Europa ya ha advertido a Polonia de que si la ley sale adelante, se actuará de acuerdo con lo establecido por la ley comunitaria para estos casos; con toda probabilidad, Polonia podría ver suspendido su derecho de voto en las instituciones europeas, o alguna medida análoga aún no especificada por los dirigentes europeos.

Si aún no están lo suficientemente alarmados con todo lo descrito, les adelanto que los gemelos Kaczynski están preparando una medida para prohibir la pornografía en todo el país, amenazado con penas de hasta un año de cárcel por posesión de material pornográfico. Y ya para rematar este esperpéntico delirio de nacionalcatolicisimo al más puro estilo Arriba España, los gemelos han decidido retirar la exigua pensión que el Estado destinaba a los pocos birgadistas internacionales polacos que habían participado en el bando republicano durante la guerra civil española. Y no contentos con esto, han decidido cambiar de nombre las calles con alusiones directas a los brigadistas internacionales y a la II República española.

Pero la deriva fascista de los Kaczynski no parece sorprendernos a muchos; Polonia siempre ha sido la "reserva reaccionaria de Europa". En este país nació el papa Woytila, el más reaccionario y ultra-derechista de la historia reciente. En un país en el que, con la visita del papa, se prohíbe la venta de bebidas alchólicas o los anunciones en los que aparezcan señoritas ligeras de ropa, las cosas no pueden andar demasiado bien. Aún así, es absolutamente inaceptable que en la Europa de los 27 se toleren comportamientos y políticas reaccionarias como las polacas. Polonia sabía perfectamente a lo que se atenía al adherirse a la Unión Europea; conocía los tratados y leyes fundamentales de este espacio de convivencia común [entre los que, explícitamente, se hace referencia a que la homobofia o la persecución política no tienen cambida en la UE]. Si la deriva reaccionaria, alentada por la putrefacta Iglesia Católica y sus pedófilas y reprimidas jerarquías, continúa, la Unión Europea deberá plantearse mantener a tan peligroso socio entre los grandes del club europeo.

El calvario sábado, 24 de marzo de 2007 |



Las elecciones autonómicas y municipales se acercan, y de eso dan fe las vallas publicitarias, las cuñas radiofónicas y los patéticos anuncios que promocionan Santa Cruz, las Teresitas o la engañosa reforma del Estatuto de Autonomía. A medida que se acerca el 27 de mayo, los siempre democráticos partidos comienzan a engrasar su aborrecible maquinaria electoral: poco importan los argumentos y los programas electorales cuando se trata de convencer al populacho con asaderos, carteles a todo color, promesas imposibles, mítines carentes de contenido... La fiesta de la democracia no ha hecho más que comenzar. Pero, ¿qué sentido tiene participar en unas elecciones regidas por un sistema electoral tan abyecto como el actual [que prioriza el voto de las islas menores sobre las mayores y favorece desaradamente a CC, PSOE y PP]? ¿Qué sentido tiene ser partícipes de la dictadura de los partidos y sus listas cerradas? ¿Existen alternativas a la inmoralidad de la CoCa, el PSC o el PP?
La situación polítia y social de Canarias puede consierarse grave; grave por una serie de motivos objetivos [en los que no caben interpretaciones ideológico-políticas] como lo son el caos del sistema público de sanidad, la inexistente política medioambiental, la corrupción generalizada a todos los niveles de la administración o la inoperatividad manifiesta del actual gabinete en minoría de Coalición Canaria. Que la CoCa [Coalición Canaria], que llevas más de tres legislaturas en el poder ha destruído las islas, enriquecido a los cuatro poderosos de siempre e hipotecado el futuro de los canarios, no es, por desgracia nada nuevo. Los atropellos de los CoCainómanos podrían constituir una interminable listado de abusos de poder, caciquismo insular a todos los niveles y desprecio absoluto por las normas básicas del juego democrático. La realidad es que, en una isla poblada por casi 1 millón de habitantes, sólo operan dos hospitales públicos inmersos en un caos sanitario de república bananera; desde la llegada al poder de ATI-CC, no se ha procedido a construir un hospital público decente [y no esos intentos de hospital proyectados en el sur y en el norte], muy al contrario, han seguido privatizando el sector alineándose con la mafia de la sanidad: Hospitén. Con ello, los CoCainómanos no sólo han desmontado el sistema de salud público traspasado por el Estado [maldita la hora], sino que han hipotecado nuestra salud vendiéndola a la mayor empresa del sector privado de la sanidad en las islas. ¿Cómo entonces podríamos explicar que Hospitén haya podido construir centros sanitarios en Cancún o la República Dominicana? Pues con el dinero de todos los canarios, que a costa de dejar en manos de los impresentables Cobiella su salud, han sufragado los gastos de la expansión de Hospitén por los resorts de cinco estrellas del Caribe. Y lo que es aún peor, dicen las malas lenguas que el Presidente de Hospitén le ha construído una enorme mansión a nuestro Presidente Adán Martín en la República Dominicana [¿surrealista?, no, corrupcción].
Si al esperpento sanitario unimos la degradación inexorable y atroz de nuestro medio ambiente, principal reclamo para la llegada de los millones de turistas que anualmente pisan nuestra tierra, el cóctel elaborado durante tantos años por la CoCa produce auténtico pavor. Empezaron con el mayor intento de atropello ecológico jamás visto en Canarias: el vaciado de la montaña de Tindaya y su conversión en lo que eufemísticamente denominaron, proyecto de monataña-escultura, a cargo del impresentable ¿artista? vasco Chillida. La cosa se les escapó de las manos al descubrirse un entramado de corrupción a gran escala en torno al citado proyecto de destrucción, con miles de millones de las antiguas pesetas volatilizadas de un plumazo. Ahora, más de 10 años después de haberse iniciado aquella locura [entre los aritstas de mierda canarios todo vale, con tal de que sea arte], la CoCa, sus diarios afines y el mundillo del mierda-arte canario se han puesto de nuevo manos a la obra y así consumar el atropello fraguado tras un mal viaje alucinógeno sufrido por Chillida durante su estancia en Fuerteventura [el susodicho afirmó en su día que la idea de vacíar Tindaya se le había profetizado en sueños, vaya elemento].
A Tindaya le sigue otro marco-esperpento únicamente viable en una isla de locos como es Tenerife; Unelco-Endesa, con el apoyo del grupo de comunicación más rastrero, El Día, y la plana mayor de la CoCa [Melchior y demás esperpentos] pretendieron hacer pasar por el municipio de Vilaflor un enorme tendido eléctrico con el fin de evitar un hipotético colapso de la red eléctrica. La protesta ciudadana masiva evitó este nuevo atropello ecológico, gracias a las alternativas presentadas al proyecto: soterrado de cables, construcción de un tendido a lo largo de la autopista del sur... Y luego nos vinieron con el maldito Puerto de Granadilla, atropello donde los haya; bajo pretextos absurdos, justificaciones carentes de cualquier lógica y con la vista puesta en un enriquecimiento ¿lícito? nunca antes visto, la CoCa, el PSOE y el PP pretendieron vendernos la necesidad imperiosa de crear un mega-ultra-macro puerto industrial en el sur de la isla. Con argumentos tan falaces como que el Puerto de Santa Cruz se había quedado obsoleto, o que el desarrollo del conjunto de la isla pasaba por la construcción de ese engendro, el corrupto Gobcan y los sectores afines a éste, iniciaron una campaña de desprestigio contra todos aquellos que nos opusimos y aún oponemos a este atentado ecológico. Lo peor del caso, tras años de batalla contra la mafia que se ha hecho fuerte en el Gobcan, los medios de comunicación y las constructoras aliadas con la CoCa, es que el dinero prometido por la Unión Europea parece que jamás llegará. Al parecer el proyecto no cuenta con dinero ni de los fondos de cohesión ni de los de desarrollo FEDER, algo inusual ya que ningún proyecto de las características del de Granadilla carece de fondos europeos, lo que implica, de una u otra manera, que el macro-proyecto carece de la viabilidad esgrimida en su día por los CoCainómanos y la horda desarrollista [entre los que se incluye el impresentable candidato a la presidencia por el PSOE, López Aguilar]. Greenpeace ha puesto el grito en el cielo ante lo que considera un proyecto no sólo inviable, sino un atentado contra los sebadales de la costa sur de la isla y la biodiversidad marina de la zona. Además, los ecologistas afirman que existe un nexo de unión entre el caso Teresitas [en el que están vinculados el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Suárez Trenor y una empresa del Fórum Filatélico, por un presunto cobro de comisiones ilegales para la construcción de un puerto deportivo] y el Puerto de Granadilla. Argumentan que la construcción de un puerto deportivo al norte del puerto de Santa Cruz impediría una expansión de éste, legitimando la construcción del aberrante macro-puerto en el sur. Y si todo esto les parecía poco, Greenpeace ha denunciado que lleva dos meses esperando a que el Ministerio de Medio Ambiente y Fomento, ambos controlados por nuestros amigos progres-socialistas, responda a sus preguntas sobre el proyecto de Granadilla. La complicidad del Gobierno central del PSOE con la CoCa, el Partido Socialista Canario, PP y las constructoras parece ser total. Luego pretenderán vendernos a López Aguilar como el salva-patrias que necesita Canarias; os podeis imaginar mi opinión al respecto [López Aguilar, por mi te puedes ir a la mierda de donde saliste].
La lista de atropellos es interminable: el egaños masivo de la falsa moratoria turística [ya han anunciado una ampliación de más de 5.000 camas más y una expansión sin control de hoteles de lujo]; la venta de la única empresa pública rentable, Emmasa a los amigos de Zerolo; la falta de libertad de expresión en la isla, ejemplificada en la persecución de Pepe Castellanos por publicar un libro crítico con la política de ATI-CC; los casos de corrupción a todos los niveles: Eolo, Faycán, Telde, Mogán, La Oliva, Teresitas, Las Arenas-La Orotava, El Rincón... Lo peor de todo es que, hasta el 27 de mayo, tendremos que aguantar las insolencias, el mal gusto, la falta de dignidad y vergüenza y las mentiras de esta mierda de clase política que tenemos en Canarias. La única alternativa es echarlos a todos del poder, no sólo a los CoCainómanos, sino a sus pretendidos sucesores, los falsos progresistas que se dicen socialistas, comprometidos con Tindaya, el puerto de Granadilla o las políticas desarrollistas de los imbéciles que durante más de 12 años han sido incapaces de convertir Canarias en una región moderna, respetuosa con sus tradiciones, sus inreíbles ecosistemas y sus gentes. Prepárense, porque la fiesta de la democracia o el calvario no ha hecho más que empezar.

29 días |



Hace exactamente un mes que Nira nos dejaba, tras 10 años junto a nosotros. Han sido días difíciles, unos peores que otros. Hay momentos en los que se la echa en falta de una manera muy especial: al mediodía, momento en el que siempre dábamos un paseo; las 9, hora de la siempre esperada cena; las visitas nocturnas que le hacía al bajar a por una coca cola; al abrir la despensa en la que aún permanecen sus galletas y golosinas; cuando me topo con su collar, escondido a la vista para no hacer daño...
Nira era demasiado especial, probablemente única. Poco a poco me iré acostumbrado a esta eterna ausencia, de eso no me cabe ni la menor duda; pero ahora mismo me es imposible evitar esta tristeza que, a ratos, me sacude. Mientras, sigo esperando a que la primavera haga brotar, de una vez por todas, las flores del castaño bajo las que están enterradas Nira y su madre, y borrar definitivamente los recuerdos de aquel triste, frío y gris 24 de febrero.
Hasta siempre amor, descansa en paz.

[Pre]historia queer miércoles, 21 de marzo de 2007 |



En varias ocasiones he reiterado la caducidad intrínseca del marco conceptual y teórico en el que se mueven la mayor parte de los historiadores. Nuestra visión del pasado más reciente se hallada mediatizada por toda una serie de ideas preconcebidas, marcos imaginados [que no reales] y fraudulentas observaciones ahistóricas que en nada contribuyen a la disciplina. La cosa se complica cuando hablamos del pasado más lejano, de la mal llamada prehistoria o de las etapas iniciales de lo que erróneamente llamamos historia [si nos atenemos a la definición clásica que estructura el pasado en torno a la existencia o no de fuentes escritas]. Pues bien, aunque es cierto que la existencia de documentos escritos ha determinado un mejor entendimiento del pasado, su uso abusivo y exclusivo nos ha conducido a caminos poco recomendables. En el caso de esa invención con la que intentamos conceptualizar toda una etapa de la evolución humana, la prehistoria, el panorama es quizás mucho más complejo. Las inferencias de la etapa más larga de la historia humana, se hacen en base única y exclusivamente a los materiales arqueológicos disponibles. Esto, lógicamente, complica mucho más el asunto: ¿hasta qué punto las inferencias en base al registro material son plenamente objetivas? ¿No pueden éstas hallarse mediatizadas por nuestro presente marco conceptual e ideológico? ¿Contaminamos discursivamente el pasado prehistórico?
En la última década parecen haber surgido dos importantes corrientes de pensamiento que, a través de la crítica sistemática a una forma determinada de entender el pasado humano [heteronormativa y patriarcal], propone nuevos marcos de análisis a tener en cuenta. La arqueología de género y la teoría queer pueden ser un buen ejemplo de la renovación teórica que la ciencia arqueológica está experimentando en estos momentos. Básicamente, lo que vienen a decir es que las interpretaciones arqueológicas, basadas en el registro material disponible, se hallan fuertemente mediatizadas [incluso determinadas] por las cateogrías y los valores de la sexualidad normativa. Es así, como los arqueólogos y prehistoriadores han establecido marcos analíticos en base a los valores del presente, en comparación con otras poblaciones de tipo cazador-recolector de las zonas del globo que aún las albergan. Y así, a través del método comparativo y las inferencias objetivas, se ha logrado alcanzar un consenso científico bastante dudoso en torno a la prehistoria. Los principales blancos de los nuevos prehistoriadores queer son la heteronormatividad manifiesta de los estudios relativos a las sociedades cazadoras-recolectoras [especialmente en lo relativo a la división sexual del trabajo] y los análisis en torno a las siempre presentes industrias líticas del momento.
Tradicionalmente se ha considerado que, a través del método comparativo con sociedades cazadoras-recolectoras del presente, las sociedades prehistóricas [al menos las del paleolítico y epipaleolítico] se organizaron siguiendo las estructuras propias del heteropatriarcado: los hombres se dedicaban a las actividades de caza y fabricación de útiles líticos, y las mujeres a la recolección, procesado de los alimentos, cría de niños... Este modelo del "hombre cazador" ha recibido sistemáticas críticas desde la arqueología feminista y la teoría queer: la asociación de determinados útiles líticos [por ejemplo, los microlitos del epipaleolítico para la caza, ergo usadas por el hombre, y los útiles de mayor tamaño para la recolección, usadas por las mujeres] con identidades sexuales preestablecidas y a imágen y semejanza de las actuales. Estos teóricos argumentan que los útiles líticos debieron de carecer de sentidos de género [gender meaning] marcados; de hecho, argumentan que éstos debieron de jugar un papel central a la hora de crear identidades de género más flexibles que las actuales. La principal crítica, por lo tanto, se centra en el absurdo de asociar útiles de piedra con géneros determinados, lo que implica legitimar presunciones de carácter heteronormativo sin fundamento lógico y objetivo alguno.
Pero la crítica rebasa el mero marco de las industrias líticas; las interpretaciones en torno al tipo de organización social de las comunidades humanas de la prehistoria siempre giran en torno a la organización más común en época histórica: la heteropatriarcial común a todo el mundo occidental. Es así como se ha establecido una falsa imagen de las sociedades prehistóricas: la del hombre heterosexual y cazador, y la mujer recolectora como las bases mismas de los grupos cazadores-recolectores. Ello implica, no sólo trasladar una organización social específica y actual al pasado [con todo lo que ello supone], sino perpeturar una visión fraudulenta del pasado más lejano. El gran problema es la auscencia de datos empíricos concluyentes capaces de desmontar todo el entramado ideológico que sustenta este marco teórico. Básicamente, los teóricos queer estudiosos de la prehistoria y la historia más antigua, parecen aún moverse en marcos teóricos aún en ciernes, por presunciones poco objetivas pero lógicas [es absurdo pretender imponer un modelo heteronormativo y patriarcal para sociedades tan antiguas, de entre 100.000-1 millón de años]. Pero, a pesar de todos estos importantes inconvenientes, la veda abierta por estos teóricos supone el demonte paulatino de las interpretaciones más sexistas del pasado más lejano; y lo que es aún más interesante, intentar hacer entender que las identidades [sexuales o no] no son ni naturales ni preexistentes, ya que estas se construyen socialmente. Al hacer referencia a sociedades tan antiguas como las prehistóricas, lo lógico es pensar en que sus formaciones culturales, sus identidades y sus sociedades se hallarían regidas por valores totalmente distintos a los nuestros. Pensar lo contrario implica hacerle el juego a aquellos que creen que el patriarcado moderno y todo lo que ello supone, son productos de la naturaleza y no construcciones humanas sujetas al cambio, el auténtico motor, a fin de cuentas, de la historia humana.

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Bellum, belli martes, 20 de marzo de 2007 |



Algunos creen que la historia de la humanidad puede resumirse a través de sus guerras, los conflictos armados o las hostilidades de toda índole. Pero la historia no puede frivolizarse hasta tal punto; el cambio es, sin lugar a ninguna duda, el motor de la historia universal. El cambio implica evolución, involución; desarrollo, subdesarrollo; rupturas, continuidades. En este punto podemos incluir la aportación de los conflictos armados como generadores e instigadores de las rupturas históricas, pero también como consecuencias directas de dichos marcos de cambio. El peso de los conflictos armados en la historia universal es notable, de eso tampoco podemos dudar, pero erraríamos al considerarlos como elementos determinantes en el devenir humano. Y a pesar de todo lo dicho, algunos conflictos han servido como ejes conductores para entender el pasado, el presente y el futuro más próximo de la humanidad. Los historiadores han organizado temáticamente el pasado a través de los conflictos, algo más que evidente a la hora de explicar las terribles dinámicas del siglo XX. Los relatos históricos más tradicionales se han estructurado en torno a las consecuencias de las guerras; a los antes y los después de los grandes conflictos... Esta manera de concebir el pasado y el presente encierra una profunda carga ideológica que no puede ser omitida: la guera se nos presenta como el motor del cambio [en lugar de como consecuencia de ese mismo cambio], implicando una concepción belicista bastante explícita. Es en esto punto donde discrepo profundamente con estas tesis: las guerras y los conflictos armados son meros desarrollos de los auténticos procesos de ruptura y cambio histórico, relacionados básicamente con las rupturas de corte discursiva, auténticos promotores e instigadores de los nuevos marcos de toda índole.
Siguiendo esta sencilla deducción llegaríamos a la conclusión de que las guerras son apéndices [necesarios o no] de las rupturas discursivas operantes; así, la expansión del liberalismo en toda Europa no podría explicarse sin el vehículo básico materializado en las campañas militares napoleónicas: fue a través de la guerra como los franceses, conscientes de la necesidad de extender el nuevo discurso de los derechos humanos y las libertades [frente a una Europa que encarnaba los valores del absolutismo monolítico y antiguorregimental] a través de las armas, lograron difundir el marco discursivo liberal. Las guerras han sido el vehículo para imponer, difundir o experimentar las rutpuras discursivas operadas a lo largo de la más que turbulenta evolución histórica humana.
Hoy, hace ya cuatro años, el Imperio, arropado por sus lacayos británicos y españoles, dieron inicio a una de las guerras más infames del último medio siglo. A través de toda una serie de burdas mentiras y justificaciones falaces, Bush, Blair y Aznar inauguraron una nueva era mundial caracterizada por su ruptura explícita con el pasado más reciente, las instituciones surgidas tras el final de la peor contienda de la historia humana, y las propias lógicas del liberalismo clásico. Se dio muerte al entramado institucional internacional auspiciado por las naciones que en 1945 decidieron poner fin al anterior sistema de relaciones internacionales de la Sociedad de Naciones. Y lo que es peor aún, se ha dado muerte a una forma muy concreta de entender el mundo. La guerra de Irak no puede ser considerada una guerra cuyo objetivo básico fuera la expansión del discurso liberal en el caótico y dictatotial "Oriente Próximo"; los objetivos de la guerra infame eran otros, los mismos que empujaron en 1880 a los europeos a colonizar y subyugar a los africanos; los mismos que forzaron a los hombres blancos a dominar a los pueblos de Asia... Las nuevas guerras vienen marcadas por intereses económicos a gran escala; por una tecnificación que inhumaniza aún más los conflictos; por unas lógicas falaces que, en lugar de explicitar los auténticos objetivos del conflicto, arropan con repugnantes mentiras, justificaciones carentes de sentido y argumentos ilógicos, sus verdaderas pretensiones. Poco importa el dolor provocado por las más de 650.000 víctimas directas de la guerra en Irak; poco importa el llanto y y el terrible dolor de las personas que apareen en la foto; poco importa, en general, el sufrimiento humano producto de la guerra, cuando lo que realmente importa es extraer un suculento rédito económico del caos en el que se halla sumido Irak. Los mismos que se llenan la boca hablando de libertad, derechos humanos y democracia; los mismos que salen a manifestarse masivamente, arropados por sus propias mentiras, contra las decisiones democráticas de un gobierno..., son los mismos que luego justifican lo injustificable: la ocupación de una nación soberana a través de todo un entramado de mentiras y engaños, con el único fin d extraer un suculento botín de guerra nada desdeñable: el oro negro que muve, a fin de cuentas, el mundo.

Maoísmo capitalista sábado, 17 de marzo de 2007 |



Un país, dos sistemas; este fue el lema bajo el cual, el entonces presidente de la cuarta economía del mundo, Deng Xiaoping, dio inicio al proyecto de reformas económicas y sociales más ambicioso de la historia de la China contemporánea. En la práctica, el programa reformista de Deng supuso la implantación de un liberalismo económico controlado por un poder político comunista/maoísta ortodoxo. A través de una lógica versátil e interesada, el rancio maoísmo, símbolo de una de las mayores atrocidades de la historia reciente [la Revolución Cultural], se adaptaba al nuevo contexto impuesto tras la muerte del fundador de la República Popular. Deng pretendió hacer compatible una emergente economía de mercado con un monolítico sistema político comunista. Pero las pretensiones iniciales de Deng superaban este limitado marco interesado; los deseos maoístas de que la China comunista se impusiera como un modelo de socialismo verdadero en la región [sudeste asiático, principalmente], provocaron el estallido de un conflicto latente entre las dos potencias mundiales del comunismo de entonces. Deng, consciente de esa rivalidad sino-soviética, y en un alarde de modernidad y previsión, propuso un nuevo camino para la emergente China: el camino medio [a imitación del concep¡to búdico] , que implicaba el diseño de un sistema único en el mundo, plagado de contradicciones de toda índole y un potencial de desarrollo nunca antes visto.
Pero la China de Deng poco o nada tiene que ver con la China de su actual dirigente, Hu Jintao [antiguo Secretario del Partido Comunista Chino en el Tíbet durante los años de la ley marcial]. Con un crecimiento económico aplastante [en torno al 8%], una emergente clase media, unas nuevas necesidades más propias de una sociedad capitalista y una revolución social y cultural sin precedentes, la China actual parece estar preparándose para un cambio mayor, o no. Las rencillas del maoísmo clásico, y la guerra sin cuartel librado por los ortodoxos en la década de 1970 a través de los horrores de la Revolución Cultural, han dado paso a otro tipo de discusiones y confrontaciones; ya no se habla de colectivizaciones o de modelos socialistas varios a seguir; lo que realmente se discute en la actualidad es el modelo liberal a seguir. Los diputadados chinos llevan 14 años discutiendo la necesidad de reconocer la propiedad privada, con las consecuencias jurídicas y prácticas que ello conlleva en una economía doble como esta. Ayer, en lo que la mayor parte de la prensa mundial considera un hito y un acontecimiento singular, la Asamblea Popular Nacional daba luz verde a un proyecto por el cual se protegerá, por igual, a la propiedad privada y a la pública. A pesar de ello, la titularidad y gestión del suelo seguirá en manos del Estado.
Este cambio no implica, tal y como ayer afirmó el primer ministro Wen Jiabao, un cambio político sustancial. La vía hacia el capitalismo chino no supone, ni mucho menos, la adopción de estructuras políticas de corte liberal, y mucho menos, el reconocimiento de los derechos humanos básicos e inalienables. Wen dejó constancia ayer que el camino que el régimen pretende seguir debe desembocar en una democracia socialista propiamente china, y que el camino hasta llegar a esta meta será bastante largo. De esto podemos evidenciar que los intereses prioritarios de la dictadura socialista son el desarrollo económico en un marco capitalista limitado, la reducción de las brutales desigualdades entre el campo y la ciudad, la consolidación de China como potencia global y el mantenimiento de su rancio sistema político. Este análisis también implica un deseo explícito y directo: el régimen no tiene los días contados, tal y como afirman muchos analistas y políticos occidentales; las reformas impulsadas desde 1979 no han implicado grandes cambios políticos; los derechos humanos siguen degradándose anualmente y la corrupción a escala municial y regional es una auténtica plaga nacional.
La medida privatizadora no es más que una nueva cortina de humo con la cual, el régimen dictatorial pretende desviar la atención de los occidentales y de los propios chinos de los auténticos problemas de la República Popular. Mientras que los derechos humanos sigan siendo aplastados sistemática y brutalmente por las autoridades chinas; mientras que los tibetanos y las demás etnias minoritarias sigan oprimidas por el yugo pseudosocialista Han; mientras que el lenguaje violento e inditimidatorio de los políticos chinos se mantenga; y mientras que este socialismo-capitalista interesado no desemboque en un régimen de libertades y derechos [lo que no implica que China deba adoptar estructuras liberales occidentales, sino ajustarse estrictamente a la Declaración UNIVERSAL de los Derechos Humanos], toda nueva medida liberalizadora que no implique mayores estadios de libertad individual y colectiva seguirá suponiendo un nuevo y bien orquestado engaño de las elites dirigentes del Partido Comunista Chino.

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192 motivos domingo, 11 de marzo de 2007 |



En medio de un contexto sociopolítico muy particular, caracterizado por una crispación galopante y una polarización social aguda, celebramos el tercer aniversario de los salvajes atentados del 11 de marzo. Con la cortina de humo del caso De Juana como telón de fondo, un impecable juicio a los responsables directos e indirectos [aún con vida] de aquellas repugnantes matanzas, y la crisis institucional y política atizada por la [extrema] derecha de este país, celebramos una fecha trágica para la historia colectiva de los habitantes de esta nación de naciones. Son muchos los españoles de bien [los mismos que se prestan a hacerles el juego sucio a los politicuchos de turno, en absurdas y surreales manifestaciones] que parecen haber olvidado los motivos por los cuales tres días después, la España neocon de Aznar y compañía sucumbía a la avalancha humana que aquel 14 de marzo propició un giro hacia la socialdemocracia; olvidan los 192 motivos por los cuales muchos españoles, entre los que me encuentro, decidimos no votar a los hooligans, estafadores y mentirosos compulsivos del Partido Popular. Olvidan que aquella mañana de hace tres años, miles de personas sufrireron en sus carnes los horrores de la guerra infame, las mentiras de la clase política y el radicalismo extremo de los terroristas que hasta entonces desconocíamos. Los españoles de bien parecen haberse olvidado de todo esto y otras muchas cosas más.
Fueron días de manipulación gubernamental y de una estafa política nunca vistos en este país; días en los que la indignación de muchos de nosotros logró canalizarse a través de un voto de castigo contra la indigna, infame y repulsiva política de los tiranos autoritarios y proto-fascistas del Partido Popular. De todo esto parecen haberse olvidado la horda de la caverna, los portadores de banderas del pollo, brazos alzados cara al sol y demás parafernalia franquista. Resulta de república bananera [término empleado estos días por los indecentes del Partido Popular en referencia a la España socialista] que un ex-ministro del Interior, mentiroso compulsivo reconocido, aún ostente un cargo como diputado y miembro activo de un partido que se dice democrático. Y resulta aún más surrealista que el ex-presidente y mayor responsable de todo lo ocurrido aquella mañana de hace tres años, se dedique a difamar, engañar y reirse en la cara de las víctimas de aquella masacre y del conjunto de los españoles. Estos días, el amigo asno [Aznar] ha participado gustosamente en la patraña manipuladora orquestada por sus colegas populares con motivo del caso De Juana; decidió poner un ramo de flores en la plaza de la República Dominicana donde hace ya más de 20 años, el asesino de De Juana cometía la peor de sus masacres. Me pregunto si el humano-asno por excelencia [pido perdón a los animales asnos del mundo por faltarles el respeto] tendrá la misma consideración por los 192 muertos productos de su guerra proximoriental; ¿rendirá Aznar el mismo tributo a las víctimas del 11-m tal y como lo hizo con las de De Juana? Lo dudo.
Los dirigentes del Partido Popular, sus siempre democráticas bases y la horda cavernaria parecen importales bien poco la vida de los 192 fallecidos y sus familiares; durante la comisión de investigación del Congreso, algunos miembros del PP corearon cosas del estilo meteos a vuestros muertos por el culo o insultaron a los familiares de los asesinados llamándolos asesinos. Es la jauría de siempre, la misma que no cree ni en la democracia ni en las instituciones; ni en el Estado de Derecho ni el sistema parlamentario en sí. Son los mismos que hace 70 años nos arrebataron una democracia y nos obligaron a jugar a una guerra entre hermanos; los mismos que, con tal de defender lo indefendible, son capaces de hacer uso de la demagogia sin límites, la descalificación y el insulto como argumentos. Por eso, y por los 192 muertos de aquella trágica mañana, no pienso ceder al chantaje de estos energúmenos fascistoides. Honraremos la memoria de los 192 asesinados aquel 11 de marzo de 2004 y pediremos el mismo respeto que se les brinda a los asesinados por ETA. Jamás cederemos a ese chantaje que desde la calle, el insulto y la mentira burda pretenden derrocar un gobierno legítimo y reirse en la cara de las víctimas de aquella fatídica mañana. Porque, al igual que hace 70 años, los hijos y nietos de aquellos fascistas jamás pasarán, jamás.

Estúpidas/Estúpidos sábado, 10 de marzo de 2007 |

Los seres humanos somos increíblemente estúpidos, de eso no me cabe la menor duda. A lo largo de generaciones hemos construido un mundo a nuestra medida: a la medida de nuestras sandeces, sentimientos irracionales y, ante todo, a medida de nuestra suprema e ilimitada arrogancia y necedad. Como si de un surrealista juego se tratara, los seres humanos adoptamos roles, posturas, actitudes, discursos..., que en cortos lapsos de tiempo son objeto de profundas y radicales transfromaciones. Los humanos tenemos la sorprendente capacidad de pasar de un estadio en el que somos víctimas, a otro en el que ejercemos la deleznable posición de verdugos y jueces. Nos arrogamos el derecho a juzagr, sin cuartel y sin fundamentos lógicos, a todo aquel que desafíe nuestras simples lógicas; nuestros inamovibles y "veraderos" discursos; nuestra limitada visión del mundo... A través de la veganza dialéctica, nos erigimos en revisores [a título individual] del pasado, de nuestro presente y, aunque parezca mentira, del futuro próximo y lejano. Lanzamos improperios, insultos, descalificaciones e incluso amenazas a aquellos que, teniendo o no culpa alguna de aquello a lo que están siendo juzgados, no han de ser sometidos a nuestra particular ejercicio demagógico-justiciero.
La presente reflexión es producto de uno de esos esperpénticos momentos en los que uno se avergüenza de pertenencer al mismo grupo de homínidos [sí, efectivamente y por mucho que les pese a algunos, todos somos sapiens sapiens]; el pasado 8 de marzo, y por razones de tipo casual, fui testigo de la manifestación que un grupúsculo de personas celebraron con motivo del día internacional de las mujeres [que no mujer en singular, ni trabajadora]. A la altura de la Iglesia de San Francisco, el exiguo grupo comenzó a corear insultos, frases explícitamente amenazadoras y una sarta de sandeces supremas dignas de ser objeto de condena y rechazo. Insultos contra los sacerdotes, los miembros de la Conferencia Episcopal y amenazas del tipo incendiemos las iglesias, me hicieron preguntar hasta que punto aquellas personas eran plenamente conscientes de lo que defendían a gritos [e insultos y amenazas]. A través del ejercicio de un derecho básico y fundamental en cualquier estado democrático, los allí congregados [todo sea, dicho de paso, eran mayoritariamente mujeres] se creyeron en el derecho de juzgar a base de descalificaciones e insultos a toda una institución que, a pesar de merecerse las miles de condenas de las que ha sido objeto, dudo que merezca ser sometida a semejante inquisición popular. Pero aún más alarmantes me resultaron las incitaciones a la quema de iglesias y conventos; lamentable.
En este punto quiero conectar estos discursos feministas radicales, en los que confluyen toda una serie de movimientos, inquietudes [intelectuales, políticas y personales] e ideologías, con el punto muerto al que, a menudo, desembocan estos movimientos. La crítica moderada y fundamentada contra el patriarcado moderno, el orden heterosexual y masculino y la institución de la diferencia de género, es absolutamente necesaria. Pero otra cosa muy distinta es la búsqueda constante, por algunas feministas radicales [por llamarlas de alguna manera] antifálicas obsesas, de verdugos y objetos acusables. ¿Que sentido tiene apuntar con el dedo índice hacia hombres concretos o hacia lo masculino en general, con tal de buscar personas a las que acusar de todos los males habidos y por haber de la humanidad? ¿Qué culpa tengo yo de que a las mujeres no se les otorgara el voto en España hasta 1931? ¿Qué culpa tengo que la vecina del quinto sea víctima del terrorismo doméstico? ¿Qué sentido tiene acusar a hombres, como yo, de todos los males habido y por haber de la humanidad? Este es el feminismo rancio, descalificador y barato que muchas mujeres practican a diario; y es el mismo feminismo cuyos absurdos argumentos incitan a tonterías supremas como las de la citada manifestación.
¿Cómo pretenden las feministas radicales defender los derechos de las víctimas si luego actúan como verdugos, descalificando y faltando el respeto a todo el que no tiene cabida en su estrecho y limitado prefabricado mundo? ¿Ayuda algo insultar a los sacerdotes y a los hombres, en general, en la lucha por la defensa de los derechos básicos de las mujeres? Lo dudo.
Estas mismas feministas son las que a diario, y a modo de taladradora, nos recuerdan que el lenguaje que empleamos es sexista, masculino y patriarcal. Nos fuerzan a expresarnos a través de barras [/], para emplear el género masculino y femenino conjuntamente; nos obligan a hacer referencias primero a las mujeres, y luego a los hombres [señoras y señores]; nos obligan, a fin de cuentas, a entrar en debates estériles que poco, o nada tienen que ver, con la lucha auténtica de las demás mujeres sensatas. Este discurso radical no hace bien a la causa general del resto de mujeres del globo; de hecho, como subproducto concreto del discurso liberal-eurocéntrico, obvia los problemas realmente a tener en cuenta: que la mayor parte de las mujeres del mundo se hallan en situaciones de dependencia y sumisión con respecto a los hombres; que las mujeres de los países más pobres tienen problemas mucho más serios que las iglesias, el lenguaje sexista o los estériles debates acusadores de algunas feministas. Por lo tanto, y en homenaje a esa manifestación esperpéntica, les dedico el título de este post a todos aquellos/aquellas que, inundados/inundadas de odio y pocos argumentos, gritaron aquel conjunto de gilipolleces poco propias de un homo sapiens sapiens comprometido con los valores supremos de la democracia y el respeto al prójimo.

Ausencia |



Te sigo echando de menos Nira; no sabes cuanto....

8 de marzo jueves, 8 de marzo de 2007 |



Las lógicas patriarciales, heterosexistas y violentas son los motores de una de las principales lacras globales: la violencia ejercida contra las mujeres. A través de los discursos de la diferencia, de las relaciones de poder de género instituidas o las imágenes y la praxis de la dominación/sumisión, millones de mujeres siguen siendo partícipes, a la fuerza, de trágicos contextos de violencia en distintas esferas. Mientras que la forma de violencia contra las mujeres más extendida sigue siendo la interfamiliar [aquella que se realiza en los ámbitos privado-domésticos], muchas otras mujeres han de enfrentarse a contextos excepcionalmente aberrantes. En todas y cada una de las situaciones de crisis posibles, de riesgo o de violencia, las mujeres suelen ser las peor paradas; ellas son las que, a través de sus cuerpos, pagan los horrores del odio inter-étnico, a través de los mecanismos de la violación sexual, instituida como una venganza en contextos de guerra o violencia entre comunidades raciales, nacionales o étnicas distintas; son las que más pierden, junto a los niños y los jóvenes, en los conflictos armados: las mujeres refugiadas, las mujeres viudas o las mujeres mutiladas son las imágenes más explícitas de las consecuencias atroces de la guerra y la violencia armada.
En los contextos de paz o estabilidad social e institucional, las mujeres no suelen salir ganando tampoco; de poco importa que no estalle un conflicto armado cuando en cualquier esquina de una gran urbe, en cualquier lugar de la jungla oaxaqueña o chiapaneca o en cualquier prostíbulo de carretera, las mujeres son objeto de abusos sexuales, violaciones y demás formas de dominación sexista. Y lo que es aún peor, que la práctica del abuso en el propio núcelo familiar sea una realidad diaria mucho más común de lo afirmado hasta la fecha. Millones de mujeres son explotadas en regímenes de esclavitud moderna, de facto, por sus parejas o familiares; son obligadas por los marcos discursivos a desarrollar labores y tareas específicamente destinadas a ellas; son sometidas a contextos de violencia física y emocional que las denigra y deshumaniza. Son estas lógicas, las del patriarciado heterosexista occidental, las mismas defendidas por la horda de la caverna y la multitud que los apoya, las auténticas causantes de semejante lacra. Son los mismos que apelan al mantenimiento del orden tradicional como garante del buen funcionamiento de la sociedad; los mismos que anteponen su caduca visión de la familia a la lucha contra la realidad de la violencia doméstica, los que promueven esta aberrante realidad. De poco puede importarles que en el años 2006, únicamente en España, 70 mujeres perdieran su vida a manos de sus parejas sentimentales [este año ya van 11]; de poco les importa que 1 de cada 4 mujeres en el mundo sufran alguna forma de violencia en el ámbito familiar, cuando hay que defender lo indefendible. La horda tradicionalista y derechista afirma que los homosexuales están atacando a la familia, desestructurando la institución fundamental de nuestra sociedad actual. Pero omiten, vergonzosamente, la manera a través de la cual el régimen familiar tradicional ha sido conducido a un punto muerto, caracterizado por la imposibilidad se seguir avanzando en un modelo de lo doméstico cargado de millones de repugnantes historias personales: padres que violan o torturan a sus propios hijos; maridos que rocían con ácido a sus esposas; ex-novios que persiguen hasta darle muerte a sus ex parejas..., y así un largo listado de auténticos enemigos de la familia. ¿Realmente creen que unos millares de homosexuales unidos en laico matrimonio van a hacer tambalear las bases mismas de su caduco modelo familiar? Lo dudo.
Hoy, como cada 8 de marzo desde hace ya más de 98 años, la comunidad internacional celebra el día de las mujeres [en plural, y sin lo de trabajadoras, por favor]; un día necesario para seguir planteando las cotidianas y dramáticas realidades a las que millones de mujeres deben enfrentarse a diario. Un día harto necesario para seguir avanzando en la aplicación práctica de los derechos ya recogidos, para eliminar cualqueir vestigio de esa vergüenza nacional que supone el terrorismo doméstico. Para seguir avanzando no sólo en las políticas de igualdad instituidas por el presente gobierno socialista [muy loables, por otra parte], sino en las políticas culturales del género, tales como la producción de un discurso y conocimiento históricos que tengan en cuenta a la otra mitad de la humanidad. Porque, mientras que esa otra mitad siga estando sometida a las putrefactas relaciones de poder heteromasculinas, nuestras sociedades jamás podrán presumir de ser enteramente democráticas, libres o igualitarias.

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Crítica postcolonial miércoles, 7 de marzo de 2007 |




No cabe la menor duda que la historia, tal y como la seguimos concibiendo en estos momentos, es profundamente eurocéntrica; la producción histórica, hasta fechas relativamente recientes, ha centrado sus esfuerzos en la construcción de un discurso marcado por las improntas del hombre blanco y heterosexual, por las dinámicas propias del patriarciado moderno y los rasgos esenciales de los estado-nación del occidente europeo/norteamericano. A través de estas lógicas, los historiadores de los siglos XIX y XX han desarrollado un discurso histórico muy concreto, caracterizado básicamente por un sesgo excluyente cuya principal función era la de arrojar hacia los límites mismos de lo moralmente aceptable a todos aquellos que personificaban, en sí mismos, los atributos contrarios al orden político-discursivo del momento. Africanos, asiáticos, chicanos, mujeres, homosexuales, Intersexuales, transexuales, paganos y un sin fin de grupos diferenciados [cuyo principal nexo en común era su no-pertenencia al mundo del hombre europeo], constituyen lo que los teóricos postcoloniales denominan los subalternos. A través de la crítica postcolonial, los teóricos extra-europeos, y muy especialmente los indios, han desarrollado una producción teórica crítica con los postulados eurocéntricos capaz de deconstruir los paradigmas de la historia del hombre blanco a través de las herramientas de la revisión, el desplazamiento y la toma de los aparatos [intelectuales] productores del conocimiento histórico occidental. El principal fin de esta importante corriente crítico-teórica es la desarticulación de las relaciones dominación/dominado que han marcado la manera de concebir el pasado más reciente, y la formulación de una historia más diversa y plural en la que se haga partícipes a los grupos anteriormente excluidos por el discurso hegemónico.

El principal blanco de las críticas postcoloniales se ha dirigido a los modos de producción del conocimiento instituidos e institucionalizados en Europa. De esta manera, algunos teóricos postcoloniales postulan que el principal legado de los estudios subalternos ha sido la descolonización efectiva del conocimiento histórico, al menos en el plano teórico. Y efectivamente, los esfuerzos de todos los teóricos postcoloniales se han dirigido a la deslegitimización de una “forma de producir historia” en la que Europa y los hombres blancos son el principal punto de referencia a la hora de abordar el pasado. Poco importa que tratemos la historia del Tíbet, la India o Zimbabwe, ya que los discursos históricos relacionados con estas zonas extra-europeas se realizarán a partir de los desarrollos históricos propios de la Europa occidental. A través de una serie de aborrecibles pero institucionalizados mecanismos eurocéntricos, los europeos han sido capaces de construir un mundo a su medida, donde el este y el oeste empiezan en solar europeo [el inventado meridiano cero es europeo]; donde la geografía se politiza hasta el absurdo de bautizar a regiones enteras dependiendo de la proximidad o lejanía de Europa con estas: el Oriente Próximo, el Extremo Oriente.

A través del discurso histórico tradicional, europeo, masculino y heterosexual, los historiadores han legitimado la construcción de un mundo hecho a la medida de los occidentales; una historia sesgada y tergiversada hasta el extremo, que ha cumplido una función política explícita. Pero lo peor del presente caso es que las lógicas eurocéntricas siguen funcionando como fundamentos mismos de la disciplina histórica; los historiadores profesionales, aquellos que ostentan una plaza en el mundo académico, aún osan hablar de universalidad cuando, en la práctica, sólo hacen referencia a los desarrollos históricos europeos. Implícitamente conectan conceptos opuestos, como lo son lo universal y lo local [Universo vs. Europa] y falsean la producción histórica y el propio discurso manejado. Sabemos a que obedecen sus lógicas, pero desconocemos las motivaciones que impiden que la crítica a esta forma de concebir el pasado humano se materialice definitivamente como una corriente historiográfica crítica con postulados más propios de 1870 que del presente siglo.

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Demagogia popular sábado, 3 de marzo de 2007 |



Que la derecha política de este país y sus diversos brazos mediáticos-cavernarios utilizan la demagogia indiscriminadamente, no es ninguna novedad. Pero que, tras la "atenuación de la prisión" del etarra De Juana Chaos, hayan tenido la osadía de habar de excarcelación, rendición del gobierno ante las presiones del mundo etarra, claudicación, y de otra decena de comentarios peyorativos dirigidos única y exclusivamente a desgastar al gobiero socialista, los caracteriza definitivamente como ratas, buitres carroñeros y tergiversadore profesionales de la realidad. ¿Puede algún elemento del Partido Popular explicarme exactamente donde consta que el etarra De Juana haya sido excarcelado por el ejecutivo socialista? ¿Realmente creen que el gobierno ha mandado a este asesino a su casa para que viva una vida en plena libertad? Pues no, no sólo se equivocan, sino que mienten, manipulan y juegan a una sucia etrategia cuyos fines son bien ditintos a los de la defensa de la víctimas del terrorismo.
La escoria pepera, con el miserable y mentiroso por antonomasia Ángel Acebes [rata donde las haya], ha afirmado que es la primera vez en la democracia que un gobierno ha cedido al chantaje de ETA con su decisión de mandar a casa [hay que ser mentiroso] al etarra José Ignacio de Juana Chaos. Al energúmeno de Acebes se les han unido otros grupos como los impresentables del Foro de Ermua [que en la práctica no es más que un brazo social y mediático del Partido Popular en Euskadi], la extensión pepera y de extrema derecha de la Asociación de Víctimas del Terrorismo [AVT], la radio de los odios episocopales..., partícipes todos de una campaña de hostigamiento, acoso y derribo contra un ejecutivo como el socialista, que a pesar de hacer una política con la que personalmente no estoy plentamente de acuerdo, está acatando escrupulosamente la legalidad vigente.
Como ya todos bien saben, el etarra de Juana fue acusado por cometer 25 asesinatos y condenado por ello a 3000 años de prisión. Con el código penal vigente en ese momento, el de 1973, se benefició de la redenciones penitenciarias [sujetas escrupulosamente a la legalidad] y cumplió 20 años por esos asesinatos [de una condena máxima de 30 años]. Ahora bien, con el fin de evitar su salida legal de la cárcel, el PSOE, PP y demás grupos ¿democráticos? decidieron, literalmente, sacarse un delito de la manga: una presuntas amenazas terroristas vertidas por Ignacio de Juana en unos artículos publicados en Gara. Por ello, la fiscalía pidió 12 años de prisión, una condena absolutamente desproporcionada para unas supuestas amenazas. El Tribunal Supremo decidió condenarlo a sólo tres años [aunque este, al estar en prisión preventiva, ya había cumplido más de un año de la condena impuesta]. Mientras todo esto sucedía, de Juana había iniciado una hulega de hambre para protestar contra su situación penal: ¿cómo era posible que, tras cumplir los 20 años previstos por el código penal de 1973, este terrorista siguiera en la cárcel? Sencillamente, los partidos mayoritarios, conscientes de que la salida de la cárcel del etarra no sería entendida por una buena parte de la ciudadanía española, prefirieron optar por la vía de la demagogia, el chantaje al Estado de Derecho [el inverso al proclamado por el Partido Popular] y la manipulación legal.
La mayoría de aquellos que se sienten profundamente indignados por la decisión del gobierno socialista de concederle el segundo grado [no es un tercer grado, ergo, no es una excarcelación] desconocen o quieren desconocer que Ignacio de Juana Chaos ya cumplió su condena por los 25 asesinatos; nos guste o no, el Estado de Derecho es de tod*s y para tod*s, para Zapatero, de Juana, Rajoy, mi vecino y la quisoquera de la esquina. Y lo que es peor aún, en las negociaciones con el mundo etarra llevadas a cabo por Aznar en 1998, éste decidió trasladar a de Juana, que entonces cumplía su condena en Melilla, a la Península. Esto implica que el único trato de favor dado a de Juana durante sus 20 años de condena se lo concedió el Partido Popular, surrealista...
Y aún peor, el gobierno de Aznar [líder cósmigo y galáctico donde los haya] fue el responsable de sendas excarcelaciones de etarras olvidadas por los acutales dirigentes del Partido Popular. ¿Tienen Rajoy, Acebes, el repugnante de Alcaraz, Esperanza Aguirre y demás buitres amnesia colectiva? Pues lo mejor será refrescarles un poco la memoria a estos amnésicos selectivos:
Entre 1996 y 2004 el Partido Popular excarceló a 65 presos con condenas de 20, 25 y 30 años. Uno de los casos más sonados fue el del etarra Iñaki de Bilbao, condenado en su momento a 52 años de prisión, reducidos a 30 por la acumulación de penas y de los que cumplió sólo 17. Salió de la cárcel en el año 2000, y dos años después, el 21 de marzo de 2002 asesinaba al concejal socialista de Orio, Juan Priede Pérez. ¿Alguno de los que unineuronales amnésicos de los que he hablado será capaz de entender que, tanto en el caso de De Juana como en el de Iñaki de Bilbao ambis gobiernos respetaron la legalidad? ¿Por qué ha de actuarse de diferente forma? Pues porque, en el caso del segundo, a éste no le condenaron por unas falsas e inexistentes amenazas; porque en su momento, la oposición socialista no acusó al ejecutivo de Aznar de doblegarse ante los terroristas o ceder al chantaje etarra...
Y finalmente, recordarle al hooligan político de Acebes que, durante su mandato como Ministro del Interior [sí, el mismo de lo de la principal línea de investigación es ETA], se excarceló a 23 etarras con penas superiores a los 30 años; ¿es que eso no es ceder al chantaje de ETA? ¿Que diferencia hay entre el caso de De Juana y el de Iñaki de Bilbao? Pues yo se los diré, ninguna; Acebes, en su momento, y Rubalcaba ahora, se han limitado a respetar las normas básicas del Estado de Derecho, que nos gusten o no, son estas; todo lo demás es demagogia barata, sólo creíble para aquellos que se sienten felices siendo manipulados por esta horda ineptos y mentirosos de [extrema] derecha.

izquierda unida