Pilar
La entrevista realizada por radiocable.com a Pilar Manjón, Presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, pone los pelos de punta, emociona. Pilar perdió a su único hijo, Daniel Paz Manjón, de 20 años, en los trenes de la muerte aquella mañana de marzo. Meses antes de morir, Daniel había participado en las manifestaciones contra la guerra de Irak; días antes de las elecciones, había decidido votar a IU, votar por la paz, contra la infamia y la mentira de los mismos que, directa o indirectamente, lo asesinaron. Es una más de las cientos de historias que componen el retrato más crudo y doloroso de la peor masacre terrorista de nuestra historia colectiva. Son las historias de los 192 asesinados, recordados permanentemente en un monumento en la estación de Atocha, un espacio que sobrecoge; su silencio enmudece y emociona.
La historia de Pilar es la misma que la de las restantes familias de los asesinados, dura, y especialmente difícil ante el cariz que han tomado los acontecimientos posteriores. Las víctimas de aquellos trenes han sido vilipendiadas y despreciadas por la horda “cavernaria”, por los mismos que reclaman dignidad para unas víctimas, las etarras, mientras degradan a los asesinados por el terror yihadista. Son los mismos capaces de increpar a las familias de los muertos de aquel 11-M con frases tales como “meteos vuestros muertos por el culo”; son los mismos capaces de enviar por correo electrónico la foto del cuerpo mutilado y destrozado de Daniel a su madre, Pilar…, la escoria de ultraderechas, los de la conspiración, amparados por el Partido Popular, la Iglesia y sus ondas radiofónicas y los inmundos medios que los apoyan. Desde este modesto blog me uno al apoyo casi unánime hacia Pilar, en vista del fin del proceso del 11-M. Una madre única, capaz de plantarle cara a nuestros infames políticos en aquella inolvidable comparecencia suya ante la comisión de investigación montada en el Parlamento; capaz de, al menos por unas horas, darle una lección de dignidad y respeto a nuestros representantes políticos y de hacerles agachar sus sucias cabezas.
La historia de Pilar es la misma que la de las restantes familias de los asesinados, dura, y especialmente difícil ante el cariz que han tomado los acontecimientos posteriores. Las víctimas de aquellos trenes han sido vilipendiadas y despreciadas por la horda “cavernaria”, por los mismos que reclaman dignidad para unas víctimas, las etarras, mientras degradan a los asesinados por el terror yihadista. Son los mismos capaces de increpar a las familias de los muertos de aquel 11-M con frases tales como “meteos vuestros muertos por el culo”; son los mismos capaces de enviar por correo electrónico la foto del cuerpo mutilado y destrozado de Daniel a su madre, Pilar…, la escoria de ultraderechas, los de la conspiración, amparados por el Partido Popular, la Iglesia y sus ondas radiofónicas y los inmundos medios que los apoyan. Desde este modesto blog me uno al apoyo casi unánime hacia Pilar, en vista del fin del proceso del 11-M. Una madre única, capaz de plantarle cara a nuestros infames políticos en aquella inolvidable comparecencia suya ante la comisión de investigación montada en el Parlamento; capaz de, al menos por unas horas, darle una lección de dignidad y respeto a nuestros representantes políticos y de hacerles agachar sus sucias cabezas.
Etiquetas: 11-M, Democracia, derechos humanos, Libertad, terrorismo
