Volvemos a lo mismo
En lo que llevamos de semana más de 400 seres humanos han arribado a nuestras costas escapando del drama colectivo del más devastado de los continentes del planeta, y en plena campaña electoral, los partidos contendientes parecen ni inmutarse ante un problema que trasciende las frías cifras y los cálculos estadísticos que parecen importar tanto a los “mass media”. Como si de un arma electoral se tratara, Coalición Canaria, el Partido Socialista y el Partido Popular se han lanzado acusaciones mutuas, promesas imposibles de cumplir y una larga letanía de falacias que en nada ayudan a solventar el mayor reto de nuestras islas: hacer frente a la presión migratoria. Mientras que la clase política canaria y española habían creído que el despliegue del FRONTEX bastaría para impedir la salida masiva de cayucos de las costas africanas, la realidad es bien distinta: ni la mayor de las barreras oceánicas impedirá a miles de seres humanos intentar escapar de la pobreza, el hambre y las guerras. El candidato por el PP a la presidencia del Gobcan pedía literalmente “sellar las islas si saliera elegido tras el 27-M”; pues bien, señor Soria, ¿me podría explicar usted cómo pretende hacer efectivo ese “sellado” insular? ¿Más patrulleras conjuntas de la Unión Europea? ¿Más radares? ¿Más aviones espiando las costas africanas? ¿Realmente cree usted que todas esas medidas garantizarán que los africanos se resignen a arriesgar sus vidas para llegar a las ínsulas afortunadas? Pues que quiere que le diga, es usted un demagogo, un imbécil y un inepto integral. A no ser que se le ocurra la brillante idea de tirar bombas sobre los cayucos en alta mar, devastar con bombas de racimo las playas infestadas de pateras y barcas listas para zarpar o lleve a cabo su imposible y soñado “Plan Marshall Africano”, me da que sus propuestas se quedarán en eso: en más mentiras y manipulación.
Pero el señor Soria no es el único demagogo que se ha apuntado al siempre válido carro de la inmigración irregular para desgastar al actual e iluso Gobierno de Rodríguez Zapatero. El candidato de Coalición Canaria, Paulino Rivero [sí, el de “somos la voz de Canarias en Madrid”] ha afirmado que “Canarias necesita un gobierno que le plante cara a Madrid en asuntos como la invasión de cayucos”. ¿Cómo pretende plantarle cara al gobierno central, a través de unas inexistentes competencias en materia migratoria? Y hablando de “invasiones”: ¿es usted consciente de la otra pero más silenciosa invasión que estas frágiles islas vienen sufriendo desde hace décadas? Sí, me refiero a la llegada de centenares de miles de europeos o sudamericanos, de los cuales extrañamente nadie habla jamás [pero suponen el grueso de los inmigrantes que llegan a las islas]. En cuanto al candidato por el Partido Socialista a la presidencia del Gobcan, Juan Fernando López Aguilar, éste reproduce íntegramente el patético discurso del Ejecutivo en el poder: mantener el despliegue del FRONTEX en las costas atlánticas africanas, reforzar esa gota de agua, el “Plan África”, en medio de un océano de pobreza extrema y hambruna, y mantener la cooperación económica, política y cultural a través de Casa África.
Ahora bien, en unas islas de tan sólo 7.000 km2, pobladas por más de 2 millones de seres humanos y más cercanas al África que pretendemos esquivar que aceptar, las soluciones a este drama colectivo no pasan ni por las soluciones armadas, ni las patrulleras, los radares o la expulsión de los recién llegados. La presión migratoria es un fenómeno de corte estructural y es consecuencia de una insostenible situación socioeconómica que empuja a millares de personas a arriesgar su bien más preciado, sus propias vidas, en busca de un futuro digno del que carecen en sus países de nacimiento. Es cierto que las islas son incapaces de seguir creciendo a este ritmo [más de 600.000 personas más en tan sólo cuatro años], pero ni las “leyes de residencia” [excluyentes, clasistas y contrarias al espíritu mismo de la Unión Europea] que algunos pretenden implantar, ni la demagogia tan típica de una clase política incapaz de entender las causas de la inmigración, solucionarán un problema que se nos presenta como el reto colectivo a superar por los canarios en los próximos años. Y lo que queda claro después de escuchar las propuestas, elucubraciones mentales y paranoias diversas de los tres candidatos a la presidencia de nuestro Gobierno insular, es que carecen de un ideario lógico [únicamente puede salvarse el candidato del PSOE, y no del todo] capaz de hacer frente al reto de la presión migratoria.
Pero el señor Soria no es el único demagogo que se ha apuntado al siempre válido carro de la inmigración irregular para desgastar al actual e iluso Gobierno de Rodríguez Zapatero. El candidato de Coalición Canaria, Paulino Rivero [sí, el de “somos la voz de Canarias en Madrid”] ha afirmado que “Canarias necesita un gobierno que le plante cara a Madrid en asuntos como la invasión de cayucos”. ¿Cómo pretende plantarle cara al gobierno central, a través de unas inexistentes competencias en materia migratoria? Y hablando de “invasiones”: ¿es usted consciente de la otra pero más silenciosa invasión que estas frágiles islas vienen sufriendo desde hace décadas? Sí, me refiero a la llegada de centenares de miles de europeos o sudamericanos, de los cuales extrañamente nadie habla jamás [pero suponen el grueso de los inmigrantes que llegan a las islas]. En cuanto al candidato por el Partido Socialista a la presidencia del Gobcan, Juan Fernando López Aguilar, éste reproduce íntegramente el patético discurso del Ejecutivo en el poder: mantener el despliegue del FRONTEX en las costas atlánticas africanas, reforzar esa gota de agua, el “Plan África”, en medio de un océano de pobreza extrema y hambruna, y mantener la cooperación económica, política y cultural a través de Casa África.
Ahora bien, en unas islas de tan sólo 7.000 km2, pobladas por más de 2 millones de seres humanos y más cercanas al África que pretendemos esquivar que aceptar, las soluciones a este drama colectivo no pasan ni por las soluciones armadas, ni las patrulleras, los radares o la expulsión de los recién llegados. La presión migratoria es un fenómeno de corte estructural y es consecuencia de una insostenible situación socioeconómica que empuja a millares de personas a arriesgar su bien más preciado, sus propias vidas, en busca de un futuro digno del que carecen en sus países de nacimiento. Es cierto que las islas son incapaces de seguir creciendo a este ritmo [más de 600.000 personas más en tan sólo cuatro años], pero ni las “leyes de residencia” [excluyentes, clasistas y contrarias al espíritu mismo de la Unión Europea] que algunos pretenden implantar, ni la demagogia tan típica de una clase política incapaz de entender las causas de la inmigración, solucionarán un problema que se nos presenta como el reto colectivo a superar por los canarios en los próximos años. Y lo que queda claro después de escuchar las propuestas, elucubraciones mentales y paranoias diversas de los tres candidatos a la presidencia de nuestro Gobierno insular, es que carecen de un ideario lógico [únicamente puede salvarse el candidato del PSOE, y no del todo] capaz de hacer frente al reto de la presión migratoria.
Etiquetas: África, Canarias, derechos humanos, inmigración, Política