Las políticas del armario
Si existe un término que alude directamente a las realidades homosexuales de nuestro tiempo, ese puede ser el de armario; el significado y la carga simbólica del mismo son tales, que el deconstructivismo queer se ha encontrado con numerosos problemas a la hora de teorizar y reflexionar acerca de las dinámicas y actitudes en torno a un concepto central en la vida de muchos homosexuales. Tod*s aquell*s que muestran una inclinación sexual que trasciende los marcos heteronormativos han debido de enfrentarse, en algún momento de su existencia, a las realidades discursivas y a las prácticas impuestas por el armario; un armario concebido por los teóricos queer como un espacio de enunciación del silencio, como un acto peformativo [performance] a través del cual los sujetos pueden enunciar [desde el propio silencio] discursos contrarios a los condicionantes que causan esa situación de silencio o invisibilidad. El armario juega, de esta manera, un papel central como espacio al margen de los procesos de hetero y homonormatividad [principales causantes de la situación de armarización]; como un estado obligado o voluntario de intimización sexual o de rechazo explícito hacia las abyectas políticas del outing [forzar a los sujetos a salir del armario] o a la socialización de la orientación sexual [concebida hasta ahora como una identidad personal, no-pública].
De esta manera, algunos teóricos queer argumentan, al contrario de lo defendido por las instancias más cercanas al lobby lesbogay o a la opinión común más extendida entre los homosexuales, que el armario, como tal, puede constituir un espacio de subversión o ruptura discursiva explícita o implícita. A través del silencio imperativo del armario, las distintas sexualidades que desafían la normatividad [hetero u homonormativa] pueden desarrollar discursos que cuestionen y deslegitimen los procesos dirigidos desde los marcos y espacios de lo normativo. Es decir, lo que para muchos supone un espacio de renegación, rechazo o confrontación con esa esencia interior, ese ser homosexual o esa verdad silenciada, puede también constituirse en un espacio diametralmente opuesto al defendido por los esencialistas. El armario, a través del silencio [lo que uno calla o habla] y los actos de ocultación o renegación a la identidad y las prácticas de la homonormatividad [los speech acts] puede terminar por constituir un espacio personal subversivo, contrario a la normatividad categórica o a la apertura de las esferas de lo íntimo y personal.
De nuevo, la producción teórica queer desmonta el entramado ideológico y político de la hetero y homonormatividad. Teoriza acerca de la utilización del armario como metáfora de la represión y opresión del heteropatriarcado y de su utilización como instrumento coactivo [por los homosexuales o el resto del cuerpo social] hacia el/la armarizad*; acerca de la obligatoriedad de tod* aquel/aquella que se halle dentro de ese espacio íntimo [ya sea obligatoria o voluntariamente] a efectuar la performance del outing como paso previo al reconocimiento social de la identidad homosexual; como paso previo a la normalización de la conducta [sexual]. La teoría queer rearticula el discurso homonormativo en torno al armario eliminando los sentidos y caracteres peyorativos asociados al término [opresión, silencio, sufrimiento, negación...], para enunciar un espacio discursivo rearticulado de tendencia subversiva, de negación de la homonormatividad y de las identidades esencialistas y binarias. Un armario que trasciende las dinámicas del silencio obligatorio y se inserta en un marco de rechazo hacia las políticas normativas, pero partiendo de una base radicalmente distinta al del armario homonormativo: el silencio, la negación a revelar la orientación sexual y el rechazo explícito a la identidad homosexual normativa, son formas de lucha y posicionamiento discursivos que se enfrentan a las realidades binarias que marginan, excluyen y hacen sufrir a todos aquellos que considermos como abyectos todos los intentos por controlar, legitimar o normalizar conductas [como las sexuales], de carácter múltiple, en constante redefinición, cambio y transformación.