Memoria histórica 3
En anteriores posts creo haber puesto a caldo el proyecto de Ley de Memoria Histórica del Partido [Socialista Obrero] Español. Las críticas al citado proyecto legislativo no han arreciado desde que Izquierda Verde y Esquerra Republicana de Catalunya amenazasen explícitamente con boicotear esta broma pesada de los socialistas españoles. A pesar de que el PSOE ha aceptado varias enmiendas presentadas por los grupos de izquierda de este país, el proyecto parece básicamente inviable a estas alturas; es inviable porque no reconoce el derecho de las víctimas de la dictadura y la contienda a la anulación jurídica de sus procesos [no podemos hablar de juicios en el sentido democrático del término], y porque carece de las premisas básicas del espíritu que lo vio nacer: poner fin a una de las principales injusticias del proceso de tránsito hacia la democracia, la rehabilitación de la memoria histórica colectiva.
Al parecer nuestros socialdemócratas zapateristas habían olvidado incluir a los homosexuales represaliados por la dictadura en su proyecto de Ley. Semejante olvido me consterna personalmente, ¿cómo puede un partido político que ha abanderado la causa matrimonial del lobby lesbogay olvidar incluir a los homosexuales en el citado proyecto legislativo? A mi lo único que me confirma este hecho es que el Partido [Socialista Obrero] Español carece del más mínimo interés por los derechos de los homosexuales [algo que ya manifestó explícitamente durante su anterior etapa de gobierno, 1982-1996]. Y es que si bien los petardísimos matrimonios gays aportan un caudal infinito de votos [la demagogia sociogay y el simplismo ideológico zapaterista parecen calar bien entre los homosexuales de clase media], la compensación moral y material de los homosexuales que dieron con sus huesos en las cárceles del sistema franquista no parece ser un potencial reclamo electoral. ¿A quién puede importarle compensar, de alguna manera, a aquellos que sufrieron violaciones, condiciones denigrantes, cárcel y apartheid sexual cuando en este país disfrutamos de esa fantástica reforma legal que ha permitido que personas del mismo sexo emulen los patéticos ritos del heteropatriarcado?
Personalmente aborrezco toda la parafernalia mediática relativa al lobby lesbogay, sus estúpidos matrimonios gays y sus orgiásticas fiestas del orgullo. Es absolutamente inaceptable que el partido gobernante [PSOE] haya excluido a los homosexuales del proyecto de Ley de Memoria Histórica, y que para poner remedio a semejante despropósito, el ejecutivo de Rodríguez Zapatero haya optado por una fórmula alternativa al marco de la prometida Ley. Según afirman fuentes cercanas al gobierno y la Asociación de ex-presos sociales, los socialistas apoyarían una propuesta para indemnizar materialmente con 12.000 euros y una paga mensual de 700 euros a los pocos homosexuales represaliados que aún quedan con vida [alrededor de unos 100]. Pero, ¿qué pretenden los socialistas con su fracasado proyecto de Ley de Memoria Histórica excluyendo a determinados colectivos que sufrieron, al igual que el resto, los mecanismos represores del régimen? ¿Pretende el PSOE institucionalizar la memoria histórica sin tener en cuenta a los represaliados del postfranquismo y la transición [1975-1979] y a los homosexuales?
Los homosexuales fueron perseguidos sistemáticamente por el régimen durante todo el lapso de tiempo en el que Franco y sus acólitos coparon el poder. En enero de 1979 [atención a la fecha] abandonaron las prisiones de Huelva [dedicada a los homosexuales activos] y Badajoz [a los pasivos] los últimos homosexuales encarcelados por el sistema. Pero la historia de la represión contra los homosexuales parece haberse iniciado desde los inicios del propio régimen; hacia la segunda mitad de la década de 1950, se tiene constancia de la existencia de un campo de trabajo agrícola en Fuerteventura [Tafía], donde se llegaron a enviar a más de un centenar de homosexuales que recibieron tratos brutales en barracones de nulas condiciones higiénicas, a la par que realizaban trabajos forzosos de especial dureza. Durante la década de 1970, los historiadores calculan que alrededor de 1.000 homosexuales pudieron haber pasado por las cárceles de Huelva y Badajoz, pero el número total en el resto de España es casi imposible de ser precisado [se cree que unos 4.000]. Muchos homosexuales, especialmente los de clase media, no pasaban por las prisiones, ya que directamente eran tratados por médicos o sufrían la represión de su propio entorno familiar. Los homosexuales de los estratos sociales inferiores, del campo y de los pequeños pueblos fueron los que más sufrieron los mecanismos represivos del régimen. Las lesbianas también se libraron se pasar por las cárceles españolas, ya que sólo se ha constatado un único caso de encarcelamiento por lesbianismo [al parecer, la mayoría de las lesbianas pasaron por centros psiquiátricos]. Tanto en prisión como en el psiquiátrico, los homosexuales tuvieron que someterse, a la fuerza, a terapias de electro-shock o fórmulas conductistas para que los homosexuales pasaran a ser heterosexuales. En esas terapias se pasaban imágenes de hombres y mujeres sólos o manteniendo relaciones, pero cuando aparecían imágenes de hombres en solitario le eran aplicadas descargas al homosexual en tratamiento.
El País publica en su edición online el reportaje Homosexuales peligrosos, en el que relata la historia de Rampova, que con tan sólo 14 años ingresó en la cárcel de Barcelona por maricón [como él mismo afirma haber oído]; fue detenido otras dos veces y jamás fue juzgado por un tribunal del franquismo. El testimonio de Rampova estremece: los presos pagaban a los vigilantes para colarse y violarnos. Luego nos pegaban palizas para demostrar que ellos no eran gays. Venían cinco, seis veces al día. A veces hasta ocho. He tenido más violaciones que relaciones consentidas. [...] No me interesa mucho la indemnización [en referencia al dinero prometido por el PSOE como compensación material]. Se habla de 12.00o euros, ¿a cuánto toca eso por violación ?