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Nira



Jamás he hablado de mi vida privada a través del blog, ya que esa no era mi intención principal a la hora de crear esta página; hoy haré una excepción a modo de recuerdo y homenaje personal al bichejo de la foto, mi perra Nira, que tras diez años y medio de vida con nosotros nos ha dejado. Obviando el largo y tortuoso camino iniciado hace ya más de un año, Nira vivió una vida feliz, arropada por el cariño y los inexplicables lazos de amor que los humanos podemos desarrollar con determinados seres vivos no-humanos como ella. Cuando en posts anteriores os hablaba de que la capacidad de sufrir dolor y sentir placer constituían la característica básica que nos unía a todos los animales vertebrados en una misma comunidad, hablaba desde mis vivencias personales con todos los perros que a lo largo de estos 25 años he visto pasar por mi casa. Banot, Adassa, Sima, Taiga [el chuchillo acabante de llegar] y Nira son los perrillos que a lo largo de toda mi vida, y en distintos momentos de ésta, he tenido el placer de querer y amar. A pesar de ello, Nira tenía algo especial que la hacía única; era increíblemente cariñosa, buena y noble. Cierto, era un bichejo cuando quería, pero jamás hizo daño a nadie ni a nada; jamás nos mordió ni nos enseñó los dientes, era profundamente buena.
Hoy, tras diez años y medio de estancia con nosotros, tras tantos momentos buenos y otros peores, Nira nos deja con el lógico dolor que ello implica. Nos deja un enorme vacío en casa, producto de la rutina y el cariño diario que nos brindaba; de las horas delante del televisor con ella; de la búsqueda constante por estar acompañada por alguno de nosotros; del paseo del mediodía tras el almuerzo y de cientos de pequeños detalles que hoy se me escapan. Jamás había sentido el vacío y la tristeza por la muerte de un perro como con ella; la echaré en falta, eso no lo dudo, pero el fin último de su partida justifica el dolor. Porque ya no sufrirás más ataques, ni sufrirás más dolor; es hora de que descanses en paz, amor; hasta siempre Nira.

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  • Blogger Xerach says so:
    1:02 a. m.  

    Quería agradecer a tod*s aquell*s que me han llamado personalmente o me han mandado sms y correos para animarme, lo agradezco en el alma. Me conmueve que much*s de ustedes se hayan emocionado con el post de Nira, no me lo esperaba. Imagino que, en el fondo, este post tan personal es un reflejo de todo lo que en estos momentos estoy sintiendo; quizás suene extraño para muchos que uno pueda sentir tanta tristeza por la muerte de un animal, pero es que para nosotros, Nira era una más en esta pequeña familia de tres. Era el centro de atención de todos y en cada momento del día buscaba a alguno de nosotros; normalmente venía a mi cuarto y arañaba la puerta para poder entrar y acostarse en mi cama. En los últimos meses, con el tumor, normalmente manchaba la funda del edredón o me dejaba todo lleno de pelos, pero me importaba bastante poco con tal de que se sintiera bien conmigo, feliz.
    En mi casa estamos todos muy extraños, mi madre y yo especialmente. Nos está costando arrancar sin el bicho que, hasta hace unos días, era el centro de toda nuestra atención, mimos y cuidados. Y muy al contrario de los otros cuatro perros que he tenido, con Nira tenemos una profunda sensación de que será insustituible e irremplazable, lo que acentúa bastante el sabor amargo de lo ocurrido estos últimos días.
    La enfermedad de Nira ha ayudado a apaciguar los conflcitos familiares latentes; cada vez que no estaba en casa, llamaba a mi madre para preguntarle como estaba Nira, si le había dado algún ataque o como se encontraba anímicamente en ese momento. Nira parece que nos ha unido a todos un poco más. El sábado nos unió en un llanto imposible de contener y en una tristeza que nos ha afectado por igual a mi madre, mi hermano y a mi. Nira parece que nos unía un poco más a todos...

    Tiempo al tiempo, dicen algunos; lo más importante es el legado que Nira nos deja: 10 años de cariño diario y una infinidad de momentos buenos que difícilmente serán olvidados. En estos momentos intento quedarme con esto, y no con los duros tragos del más que emotivo entierro o el último adiós...

    Ya por último darle gracias a Nira por cada uno de estos 10 años; esté donde esté y se transforme en lo que se transforme, jamás la podremos olvidar; gracias por formar parte de nuestras vidas, Nira; te querremos siempre amor... top

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