Moralidad y VIH
Human Rights Watch ha decidido publicar, en el día mundial contra la epidemia del VIH-SIDA, un comunicado acerca de la cuestión desde un enfoque basado en los derechos humanos. En el mismo, la organización denuncia que la moralidad conservadora de algunas naciones e instituciones, está ayudando a que la pandemia siga su expansión incontrolada por todo el planeta. Los programas para combatir la enfermedad están siendo socavados por ideologías conservadoras y abordajes moralistas. Los enfoques más efectivos para la prevención del VIH-SIDA no están siendo utilizados. Los gobiernos rehusan adoptar programas basados en hechos que respeten los derechos individuales y, por el contrario, están promoviendo campañas ideológicas que hacen a la gente más vulnerable a la infección".
Además, Human Rights Watch aporta ejemplos: denuncian que en el África subsahariana la mayoría de la población carece de información para prevenirse del contagio. Para colmo, los gobiernos de estas naciones están enfocando la lucha contra el VIH desde una posición moralista, con programas basados en la "promoción de la abstinencia", a la par que cuestionan la efectividad del preservativo. En Uganda, el gobierno promueve "desfiles de virginidad" y restringe la disponibilidad de condones para jóvenes [sin comentarios].
La cosa empeora en el caso de las mujeres, ya que según la organización, una de cada tres mujeres del África Negra, sufrirá violencia sexual [por supuesto, de género] en algún momento de su existencia. Las mujeres violadas tienen la posibilidad de contraer la enfermedad multiplicada hasta por tres. Y peor aún, los gobiernos de esta parte del globo se niegan a enfocar sus campañas en la protección de las mujeres y sus derechos básicos.
Para luchar contra esta lacra [la moral conservadora y cristiana] una organización no gubernamental holandesa, Orange Babies, ha decidido iniciar una campaña muy llamativa para luchar contra la ideología y la moral conservadoras. Intentarán cubrir los campanarios de algunas iglesias holandesas con gigantescos y simbólicos condones naranjas. El objetivo de esta organización es que la Iglesia católica reconsidere su posición en torno al uso del preservativo y el resto de métodos anticonceptivos. A esto llamo yo evangelizar en positivo.
