Asesino
El señor de la foto es el ex-presidente mexicano Luis Echevarría [1970-1976]; previamente había sido ministro del Interior y es el presunto responsable directo de la matanza de estudiantes de izquierdas en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968. Un Tribunal Federal ordenó ayer el arrestro de este asesino, acusándolo de presunto delito de genocidio por la matanza de cientos de estudiantes izquierdistas unos días antes de la celebración de los Juegos Olímpicos en Ciudad de México.
Echevarría ha sido acusado por la fiscalía de organizar y ejecutar la masacre de la plaza de las Tres Culturas, en la que según los datos oficiales 30 estudiantes murieron. La mayoría de los analistas consideran que la cifra debió de ser mucho mayor, rondando los 350 fallecidos como consecuencia de la salvaje represión. Los estudiantes participaban en una manifestación pro-democracia organizada por elementos de la izquierda mexicana contra la dictadura de facto que se vivió en México entre 1960 y 1980. Durante esta larga etapa, las intancias gubernamentales llevaron a cabo una guerra sucia contra la izquierda del país [caracterizada por secuestros, asesinatos, torturas y matanzas de izquierdistas o activistas pro-democracia].
Hace una semana [18 de noviembre] el gobierno mexicano publicó un informe sobre la guerra sucia de las décadas 1960-1980, donde se acusa directamente a tres ex-presidentes y a las intancias más altas del poder ejecutivo de la masacre, tortura y encarcelamiento de cientos de izquierdistas. El informe además afirma que el régimen autoriario y sus más altas instancias, violaron la ley y cometieron crímenes contra la humanidad. Los resultados [de la política represiva] se tradujeron en masacres, desapariciones forzosas, torturas sistemáticas y genocidio contra una parte de la sociedad que ideológicamente [el régimen] consideraba enemigos.
Estos gravísimos delitos fueron cometidos durante las presidencias de Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo y Luis Echevarría. El fiscal encargado del informe, Ignacio Carrillo [que desde el año 2001 lleva trabajando en el caso] afrima que los tres presidentes estuvieron siempre al tanto de las operaciones enmarcadas en la guerra sucia contra la izquierda [lo que probablemente implique una participación directa de estos presidentes en los delitos]. Echevarría, de 84 años, es el único de estos tres ex-mandatarios con vida; la justicia mexicana ha abortado, hasta el momento, cualquier intento de llevar al banquillo a Echevarría y a los dirigentes mexicanos de aquella terrible etapa.
El informe hace referencias explícitas a la manera en que la dictadura del Partido Revolucionario Institucional [PRI] usó la violencia para silenciar a la oposición política democrática, a la vez que proyectaba una imagen de régimen democrático de cara al exterior. La etapa de mayor represión se desarrolló durante la presidencia de Echevarría. El informe afirma que en la misma, el ejército llevó a cabo operaciones de secuestro, torturas y quema de aldeas en el Estado de Guerrero. El fiscal Carrillo asegura que en la aldea de Los Piloncillos, siete hombres fueron asesinados delante de sus familias por fuerzas militares del régimen [1970]; sus cuerpos fueron posteriormente devorados por los perros de la aldea. Ecehvarría también parece ser el responsable directo de la matanza de 17 estudiantes durante una manifestación pro-democracia en 1971.