<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d18181072\x26blogName\x3dC%C3%B3mo+darle+la+vuelta\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://comodarlelavuelta.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://comodarlelavuelta.blogspot.com/\x26vt\x3d4645094183928251861', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Caleidoscopio

Caminar en círculos, dando vueltas alrededor del vacío que todo lo engulle. Caminar sin saber que camino, a cámara lenta, secuenciado. Un sexenio circular, su trilogía de sentimientos, el júbilo, la caída, la tristeza. Círculos concéntricos, espirales del caos, rectas hacia el abismo. Caminar sólo, sin más compañía que el agujero negro que llevo dentro. La quimera de la recta final, la tierra prometida del que años lleva esperando. La inexistencia de una meta, el retorno al mismo punto de partida. No eres el mismo, me dices sin mirarnos. Has caminado, has crecido. Desgasté la poca suela de mi calzado dando vueltas alrededor de la nada. Cambié los viejos tenis por unas sandalias, las que me llevaron al valle de las mil estupas, su atardecer eterno. Caleidoscopio en mano me dices que no existen las visiones únicas. Cientos de espejos para mi noviembre agridulce, los que me permiten ver en plena noche, los que me enseñan que nada es como parece ser. Pasar el caleidoscopio circular por cada uno de estos últimos seis años. El vértigo de verlo todo multiplicado, en movimiento. La lágrima que difumina mi pasado múltiple, la que me avisa que mi regreso al punto desde el que partí no ha sido en vano, que ya no soy el mismo, que nunca volveré a ser el que fui. 

Etiquetas:

You can leave your response or bookmark this post to del.icio.us by using the links below.
Comment | Bookmark | Go to end
  • Anonymous Anónimo says so:
    1:16 a. m.  

    Guapito de cara, simplifica esto un poco porque para llegar al comentario hay que saltar mil obstáculos. Nunca somos los mismos. De hecho, siempre he pensado que no somos, que somos miles, un millón a la vez. Cada una de nuestras ideas, de nuestros sentimientos, miedos o alegrías están en continuo movimiento. Cada día, cada experiencia, buena o mala, nos cambian la percepción y, por tanto, la forma de comportarnos. ¿Quiénes somos en realidad? Imposible saberlo. Somos el que sonríe al vecino y el que insulta a quien no pasa el semáforo en ámbar. El que ama en las noches oscuras a la luz de la luna y el que ama furioso en un momento de pasión sin continuidad. Somos todo eso y más. Cada día alguien diferente al anterior. Cada mejores o un poco peores. En fin, quizá mañana no piense igual que esta noche. Quizá, pero sólo quizá. Un saludo. top

  • Blogger Xerach says so:
    6:40 p. m.  

    Comparto lo de que todos somos muchos, que nunca somos uno sólo, que estamos siempre cambiando, en continuo movimiento. La impermanencia del mundo, diría un budista. La realidad de que nada se mantiene inalterado de por vida. Un besote, moreno. top

izquierda unida